21 de diciembre de 1907


21 DE DICIEMBRE DE 1907


Durante el Gobierno de Pedro Montt (1906-1910) se produce la llamada “Matanza de la Escuela Santa María” de Iquique, durante una huelga de los trabajadores, principálmente del salitre. La manifestación, guiada por elementos anarquistas, incluso extranjeros, desborda en desorden que es sofocado por fuerzas militares.

Según diversas fuentes, causó la muerte de:

-195 personas (fuentes del Gobierno, reconocidas por el General Silva Renard, responsable directo de estos hechos)

-195 personas y 360 heridos, según Nicolás Palacios, testigo de la matanza...

- Otras fuentes contabilizan 3.600 muertes (en www.iquique.cl)

-más de 200 personas y entre 200 y 400 heridos (en www.memoriachilena.cl)

-700 personas (“La Tiranía en Chile”, 1928-29, de Carlos Vicuña Fuentes, en www.culturaenmovimiento.cl)

-entre 500 y 2.000 personas (Diario La Tercera, Icarito)

-más de 2.000 personas y muchos heridos (www.archivochile.cl, Centro de Estudios Miguel Enríquez)

-alrededor de 2.200 personas (www.wikipedia.com/)

"... Primero, los soldados apuntaban sus rifles desde la plaza, dispararon a los 30 o 40 dirigentes que se encontraban en el balcón. Luego, se ordenó el fuego en los pasillos y en las salas. Dos ametralladoras del (Regimiento) Esmeralda apuntaban hacia la escuela. Se acribilló, incluso, a mujetes y niños que suplicaron clemencia. Después vino el silencio. El informe oficial dió cuenta de 140 muertos. La revista "The Economist" de Londres, informó de 500. La brutalidad del ataque adormeció el moviiento obrero durante una década. Recién en 1917, renacieron los conflictos laborales y la agitación revolucionaria". (Especial Que Pasa, nov. 1999, pág. 18)


 
... las autoridades estaban convencidas que los miles de obreros chilenos, peruanos y bolivianos que habían bajado desde la Pampa y unido su movimiento reivindicativo al de sus compañeros iquiqueños, constituían una amenaza real o potencial para la seguridad de la ciudadanía, para sus vidas y propiedades. La negativa de los pampinos de abandonar la Escuela Santa María confirmaba a los ojos de las autoridades que eran un peligro real.

El... 19 de diciembre (1907), el Intendente Carlos Eastman llegó a Iquique... se entrevistó con los miembros del comité general de huelga y con los dirigentes de la Combinación Salitrera,... los empresarios salitreros le manifestaron su voluntad de estudiar y resolver... las peticiones de sus operarios, también expresaron su negativa a discutir bajo la presión de los huelguistas... el Intendente intentó convencer a los líderes del movimiento para que los pampinos volvieran a sus lugares de trabajo, dejando en Iquique solo a la delegación encargada de las negociaciones. El comité... propuso... un aumento de 60% de los jornales durante un mes, a fin de dar tiempo a ambas partes para ponerse de acuerdo... A primera hora del sábado 21, Eastman recibió por segunda vez a los directores de la Combinación Salitrera... y les informó que el Presidente de la República lo había autorizado cablegráficamente para comprometer al gobierno en el pago de la mitad del aumento de salarios... Pero los representantes patronales fueron inflexibles en su negativa. La respuesta empresarial llevó al comité de huelga a suspender las conversaciones... El Intendente Eatsman, utilizando (al) Presidente de la Mancomunal de Obreros de Iquique, intentó convencer a los pampinos que aceptaran negociar en los términos propuestos por los salitreros y pasadas las 13 hrs. se dirigió telegráficamente al Presidente de la República expresándole "la impostergable necesidad de solucionar la cuestión el mismo día"... La orden de desalojar la Escuela Santa María y la Plaza Manuel Montt... fue transmitida por escrito al Jefe de División, general Silva Renard.
... acompañado por el coronel Ledesma y cien granaderos, Silva Renard... calculó en 5.000 los ocupantes del inmueble y en 2.000 los que se encontraban en la plaza... "Aglomerados así oían los discursos y arengas de sus oradores que se sucedían sin cesar en medio de los toques de cornetas, vivas y gritos de la multitud. Como se comprenderá, los oradores no hacían otra cosa que repetir los lugares comunes de guerra al capital y al orden social existente”... el coronel Ledesma se acercó al Comité Directivo de la huelga para transmitirles la orden de evacuar el lugar y dirigirse al Club Hípico. Cinco minutos más tarde Ledesma volvió... comunicándole el rechazo de los trabajadores... Silva Renard hizo avanzar las dos ametralladoras del crucero Esmeralda, colocándolas frente al plantel educacional y apuntando hacia la azotea donde se hallaban los cabecillas de los obreros. Un piquete del regimiento O'Higgins se ubicó a la izquierda de las ametralladoras "para hacer fuego oblicuo a la azotea por encima de la muchedumbre aglomerada al lado de afuera”.
Nuevas conversaciones entre los huelguistas y los capitanes de navío Arturo Wilson y Miguel Aguirre tampoco dieron resultado. Entonces el propio Silva Renard se dirigió a la puerta de la escuela donde parlamentó con el comité... y otros trabajadores. Luego de media hora de infructuosas discusiones, el general se retiró haciendo saber a sus interlocutores que emplearía la fuerza. La plana mayor de los militares descartó la idea de un ataque a la bayoneta y una carga a caballo por considerarla peligrosa para los soldados dada la gran cantidad de obreros concentrados. No había... otra alternativa (que) fuera del empleo de las armas de fuego. El capitán de navío Aguirre, el comandante Almarza y el general Silva Renard anunciaron a la masa que se dispararía contra aquellos que no se retiraran hacia la calle Barros Arana. Solo unos doscientos trabajadores obedecieron la orden en medio de las pifias de sus compañeros. Entonces llegó el momento decisivo y comenzó el ataque.
La versión del Intendente Carlos Eastman fue algo diferente. Poco antes de iniciarse la masacre -hacia las 14.10 hrs. del 21 de diciembre- en telegrama dirigido al Presidente de la República, el Intendente informaba acerca de su decisión de tomar "enérgicas medidas" pues consideraba imposible tener en (la) ciudad tan grande aglomeración de gente sin inminente peligro para la seguridad pública y tranquilidad del vecindario. Horas más tarde,... Eastman insistiría en la amenaza.
... (el) comandante del crucero “Ministro Zenteno”, uno de los jefes militares que componían el estado mayor de Silva Renard, fue muy coincidente con el del intendente Eastman. La amenaza era real. Según su versión, el 19 de diciembre: "La alarma en la ciudad ya era grande y todas las familias comenzaron a abandonar sus domicilios para emigrar o refugiarse a bordo de los buques surtos en la bahía, pues la presencia en el corazón de la ciudad de tan crecido número de obreros, a pesar de su actitud tranquila, era un almacén de pólvora que a la menor chispa podía hacerlo estallar y dado el material de las construcciones, todo de madera, no era posible permitir prolongar esa situación por más tiempo””. (“La Guerra Preventiva: Escuela Santa María de Iquique. Las Claves del Poder”, Sergio Grez Toso)

En 1914, el general Silva Renard, salió malherido de un intento de asesinato por parte de un presunto anarquista, Antonio Ramón Ramón, un español, cuyo hermano Manuel Vacca fue muerto en Santa María. El general moriría años más tarde a causa de estas herdias. (www.wikipedia.com)

 Momentos después de la masacre. (“La Masacre de la Escuela Santa María de Iquique, Mirada Histórica de la Cámara de Diputados”, Ed. Biblioteca del Congreso Nacional, 2007)

 (Diario El Ilustrado, 25.dic.1917)

 

Los hechos de la Escuela Santa María de Iquique no han sido nunca del todo aclarados y han servido como modo de propaganda en manos del marxismo a través de todos estos años, sin que para ellos haya sido “realmente importante” mantener este supuesto “monumento a los trabajadores mártires”, que yace por años en condiciones deplorables, incluso la placa recordatoria que se aprecia en el área izquierda de la foto. Esto puede reflejar claramente lo irreal de la voz propagandística y manipulada de “los lemas marxistas”. (foto de la Escuela Santa María de Iquique, 2009, de Walter Foral Liebsch)